PROCRASTINACIÓN, ¿Por qué ES TAN FÁCIL DEJAR TODO “PARA DESPUÉS”?

marzo 12, 2020

IKIGAI EMPRESARIAL

CLAUDIA MEJÍA

CMEJIA@VUNACOACHING.COM

WWW.VUNACOACHING.COM

Facebook/Instagram: Claudia Mejía

 

PROCRASTINACION, ¿Por qué ES TAN FACIL DEJAR TODO “PARA DESPUÉS”?

 

“Uff, tengo que hacer esas llamadas pendientes, bueno, las hago después.”

“Hoy me toca ordenar los archivos nuevos, bueno, mejor lo hago mañana”.

“Mañana sin falta lleno ese reporte”.

¿Te suena familiar?

¿Cuántas actividades dejamos de hacer, o pasamos “para luego” hasta llegar al punto en que hacerlas se vuelve un momento de crisis, premura y altos niveles de estrés?

Postergar acciones, tareas o decisiones se puede definir como “PROCRASTINACION” y esto no es más que evitar hacer aquello que no me causa placer.

Debo confesar, que por mucho tiempo fui una persona procrastinadora, y eso derivaba en situaciones de estrés, frustración y molestia conmigo misma, por no tener la determinación de hacer lo que debía cuando debía.

Muchos años, intentos, lecturas, videos y cursos pasaron antes de que pudiera encontrar la forma de dejar de postergar ciertas tareas y pendientes.

Hoy quiero darte algunos tips y herramientas que, si tú eres como yo lo era, “un procrastinador obstinado”, podrán ayudarte para ir trabajando poco a poco en ello.

  1. Identifica la emoción que hay detrás. Primero, algo que me causaba mucha frustración era el pensar “sé lo que tengo que hacer, sé cómo hacerlo, pero ¿por qué no deseo hacerlo? ¿por qué quiero postergarlo?” Era común encontrar excusas que fueran “más importantes”. Entonces, cuando tengas el qué, el cómo y no sepas el porqué de postergar, realiza el siguiente ejercicio:

Visualiza el resultado que esperas después de hacer esa actividad y analiza cómo te sientes con ese escenario. Yo encontré que postergaba porque me daba miedo el resultado. Esa llamada en la que quizá me van a reclamar, o me van a decir que no, o me van a cancelar; o que no salga “perfecto” o como yo lo imagino. Al visualizar el resultado, visualizaba 2 alternativas: si era un resultado positivo, me sentía motivada para perseguirlo, y si el resultado fuera negativo, entonces ya habría pasado esa angustia y habría obtenido algún aprendizaje. De cualquier manera, había que averiguarlo. Y la duda para mí, es algo que no puedo resistir, así que tenía que saber cuál sería el resultado.

  1. Hacer una lista y prioriza de acuerdo a urgencia y energía. Una de las cosas que más ayuda son las famosas “TO DO LIST”, y aunque tenía libretas, notas y hasta aplicaciones, me seguía siendo problemático realizar dichas tareas. Me di cuenta que en dichas listas ponía tantas actividades y pendientes que con sólo ver el número me agobiaba en decidir con cuál empezar.

Entonces, empecé a asignar días y tiempos de acuerdo a la urgencia, es decir: el lunes era para pendientes administrativos, martes para orden, miércoles para seguimientos, etc etc. Y al mismo tiempo ordenaba de mayor a menor dificultad las tareas, de tal modo, que hacía el lunes por la mañana las tareas más complicadas que requieren de más atención y energía y los viernes aquellas que no me significaban tanto problema. De esta forma puedo enfocarme a las tareas “que menos me atraen” cuando tengo más energía. Y me enfoco a un pendiente a la vez.

 

  1. Celebrar y recompensar. Al término de cada lista, cuando veo que fui capaz de cumplir cada acción, lo considero para mí una victoria, y por lo tanto merece una recompensa. Yo encontré que si asigno pequeñas recompensas al final sentía esa “palmadita en la espalda de Bien hecho” y reforzaba el querer volver a hacerlo para el siguiente día.

Poco a poco estas prácticas se convirtieron en un hábito y hoy por hoy son parte de mi rutina diaria.

 

Es así, que puedo decir con total orgullo que he dejado de ser “Procrastinadora” y aunque aún hay actividades que no me gusta hacer o que me son pesadas, el saber que tienen un día y horario programado me permite vivir más tranquila, más enfocada y con mucho menos estrés, además que me encanta saborear mis deliciosas recompensas.

 

ICHIGO ICHIE

 

 

 

 

Por: Claudia Mejía

Me especializo en Identificar la situación actual y detectar las áreas de oportunidad de las personas por medio de la cercanía, el acompañamiento, programas educativos y asesorías para desarrollarlos al siguiente nivel personal y profesional.

0 comentarios

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *